
En la Iglesia de San Jakob, se cuenta que hace muchos años, existía una preciosa imagen de la Virgen María, que poseía un collar de oro. Numerosas joyas y piedras preciosas, descansaban rodeando el cuello de aquella estatua de Nuestra Señora, plácidamente colocada en un lugar privilegiado del altar principal.
Cierto día, acudió a la Iglesia un ladrón. Se percató de aquel maravilloso tesoro y quiso que fuera suyo. Así, aquel ladrón se escondió durante el día en la iglesia, dejó caer la noche y a la primera luz de la luna, salió de su escondrijo en busca de su objetivo.
Se llenaría de riqueza, aumentaría su estatus, pagaría sus deudas y bebería cerveza. Sólo con pensar en aquello se le hacía la boca agua.
Se armó de valor, caminó hacia el altar y en el momento de agarrar el collar, la estatua de la Virgen cobró vida, tomó su brazo y no le dejó escapar. Intentó zafarse pero no pudo y allí, en la oscuridad, en mitad del frío, se quedó dormido.
Al día siguiente fue descubierto. Los sacerdotes de la Iglesia intentaron ayudarle, pero no pudieron. Uno de ellos se acercó al mercado de Ungelt de las proximidades de la Iglesia y desde allí, se acercó uno de los comerciantes de oficio: Carnicero.
Aquel carnicero lo tenía claro, la única posibilidad de aquel ladrón era conseguir su libertad pagando su castigo. Se acercó, sacó su cuchillo y le cortó el brazo.
Se dice que el ladrón abrazó la fe, y se convirtió fraile de esta misma iglesia.
¿Sabías qué…?
- La Iglesia de Santiago tiene un brazo cortado real momificado, que está colgado a la entrada de la iglesia. Antiguamente este tipo de símbolos se colocaban como aviso, para enseñar el castigo a los amigos de lo ajeno.
- La placa memorial que hay debajo del brazo cortado, se cuenta esta leyenda.
- La Iglesia de Santiago también tiene la leyenda de la tumba del Conde Vratislav de Mitrovice. En la nave izquierda, al final, se puede ver una tumba barroca, con escultura de F.M. Brokov, el mismo escultor de las estatuas del Puente de Carlos. Se dice que se le enterró en vida, ya que al abrir la tumba en la restauración, se encontraron la losa desplazada y el cadaver acurrucado en una esquina del sepulcro.